Una reunión singular.

Una vez estaban reunidos los órganos del cuerpo de Teby y comenzaron a intercambiar opiniones sobre aquello que temían.

El estómago dijo -«yo tengo miedo cuando Teby no desayuna»
y los riñones exclamaron – «yo tengo miedo cuando no toma agua suficiente»,
en eso la vesícula biliar se acercó y comentó: a mi me dan miedo los hábitos de Teby, si se durmiera a las 11 de la noche y despertara al amanecer estaría mejor.

En otro espacio estaban el intestino hablando con el colon de su miedo por la comida fría y con conservadores, mientras el colon declaró que se asusta con el picante y las frituras.

Los pulmones comentaros que les asustaba tanto humo, aire sucio y humo de cigarrillos, que ojalá Teby se diera tiempo para ir a pasear a la naturaleza.

El hígado dijo, a mi me asusta cuando Teby come comida chatarra y bebe alcohol, mientras el corazón asintió, efectivamente tanta sal y colesterol me quitan la paz.

Y qué me dicen de los atracones con dulce y pasteles que se da, exclamó el páncreas.

Los ojos muy abiertos comentaron que se asustan cuando pasa mucho tiempo en el celular o la computadora en la oscuridad.

Mientras el cerebro pensaba y pensaba intentando encontrar una respuesta al porqué empieza Teby a tener pensamientos negativos.

Y mientras esta reunión se llevaba a cabo, Teby un poco molesto por su falta de energía y buena salud, se cuestiona por qué se siente mal.

Y los órganos desde dentro dieron un grito de auxilio…

¡Cuídate, ámate, hacerte daño no es normal! … a lo lejos se oyen las sirenas, Teby acaba de tener un infarto.

Créditos a quien corresponda