SONRÍE
SONRÍE
Sonríe, la vida es bella
Dios nos ha rodeado de tanta belleza que tan sólo necesitamos abrir los ojos para comprobarlo: el cielo tan lleno de estrellas, un bebé que sonríe despreocupado.
Enfrenta tus días con los ojos abiertos a las cosas buenas: levantándote cada mañana y diciendo “¡gracias Señor!”.
¡Sobre todo porque te ha regalado otro día más para vivir!
Trata de hacer de tu día algo positivo y bello, y no dejes que el estrés o los problemas te abrumen.
Sonríe a la tristeza, levanta la cabeza y camina con seguridad, que el mundo está a tus pies.
Llénate de propósitos y de buenos sentimientos.
Haz de tu hogar un lugar maravilloso: llénalo de luz y de energía positiva. Verás que así cada día te sentirás mejor.
Y finalmente, dale gracias a Dios por todo lo que tienes y sonríe, que eso te dará fuerzas y felicidad.