Sonido Om
EL SONIDO OM
En un pequeño pueblo al pie de las montañas, vivía una anciana sabia llamada Maya.
Ella era conocida por su profunda conexión con el mundo espiritual y su habilidad para traer paz a los corazones inquietos.
Entre sus posesiones más preciadas estaba un antiguo cuenco tibetano, que, según se decía, había pertenecido a un gran maestro espiritual.
Una tarde, un joven del pueblo llamado Arjun, agobiado por las preocupaciones y el estrés de la vida, fue a visitar a Maya en busca de orientación. «No encuentro paz, ni de día ni de noche», le confesó.
Maya escuchó atentamente y luego dijo: «Ven conmigo, Arjun».
Lo llevó al corazón del bosque, donde el aire estaba impregnado de un silencio mágico.
Allí, desempolvó su cuenco tibetano y lo golpeó suavemente.
El sonido que emanaba era profundo y resonante, llenando el bosque con una vibración que parecía decir «Om».
«Escucha», dijo Maya, «este es el sonido del universo, el primer sonido, el Om.
Dentro de él reside toda la sabiduría y paz que buscas».
Arjun cerró los ojos y se concentró en el sonido. Poco a poco, sus preocupaciones comenzaron a disolverse, reemplazadas por una sensación de serenidad y conexión con algo mucho más grande que él.
«El Om no solo está en este cuenco, está en todo», continuó Maya.
En el viento que sopla a través de los árboles, en el murmullo del río, incluso en el latido de tu corazón.
Cuando te sientas perdido, simplemente cierra los ojos y escucha.
El Om te guiará de vuelta a tu paz interior.
Arjun abrió los ojos, sintiéndose como si un gran peso hubiera sido levantado de sus hombros.
Agradeció a Maya y regresó al pueblo, llevando consigo la enseñanza más valiosa: en el corazón del caos, siempre podría encontrar la calma a través del Om.
Desde ese día, cada vez que se sentía abrumado, Arjun se tomaba un momento para escuchar el eco del Om en su interior, recordando la sabiduría de la anciana Maya y encontrando paz en el sonido eterno del universo.