Si agradezco, el Cielo me escucha mejor

Hay muchas formas de orar, pero quizás las dos más comunes se llaman afirmación y súplica.

La afirmación es el tipo de oración en la que hablas con gratitud como si ya hubieras recibido lo que pides. Podría ser algo así como «Agradezco Dios y a los ángeles la bendición de recibir (o evitar) …» lo que quieras o no quieras que aparezca en tu vida. Es una buena forma de presentar tus oraciones porque es edificante y optimista.

La súplica es más del tipo de oración «¡Oh, Dios! ¡Oh, Dios! ¡Oh, Dios! ¡¡¡por favor, Dios!!!!!». Creo que se basa un poco en el miedo, y sin embargo… cuando estamos desesperados, es el camino que seguimos muchos de nosotros. También creo que la frecuencia e intensidad de las oraciones con súplica es mayor que la afirmación. Lo cual, sinceramente, tiene sentido. Si nos enlistamos a nosotros mismos en nuestras oraciones sonando desesperados, sólo va a aumentar la sensación de que estamos en riesgo o en peligro. Nuestro interior escucha nuestras propias palabras y alimenta la ley de la atracción.

Dicho esto, creo que es difícil no ser humano. Cuando las cosas parecen ir en la dirección opuesta a la que queremos, puede ser difícil no rogar a los ángeles y a la Divinidad que intervengan.

Siempre que tengo la tentación de pensar que mis oraciones necesitan un impulso extra, pido ayuda al Arcángel Sandalfón.

La energía del arcángel Sandalfón es de color cobre y se dice que es tan alto que sus pies están en la tierra y su cabeza en el cielo. Y, como tal, entrega nuestras oraciones a la Divinidad y luego se encarga de que las respuestas nos sean devueltas de una manera en que podamos comprender.

Radleigh Valentine

¡Que los ángeles acompañen tu camino! ⚡💖