Señor mío y Dios mío, te doy gracias por este nuevo día,
al abrir de nuevo mis ojos vuelvo a darme cuenta de estar vivo y que ésta es una Gracia Tuya.

Por eso, en este momento quiero agradecerte por todo lo que me has dado,
te agradezco todo lo que desde Tu Infinita Misericordia me vas a regalar a lo largo de este día.

Tú sabes bien que son muchas las situaciones del ayer que se hacen presente en mí de tantas otras formas;
te suplico que en este momento, con Tu Fuerza Poderosa, sanes mi corazón de todas esas situaciones
y me abras al tiempo por venir, en total disponibilidad y alegría.

Dame la oportunidad de enfrentar las causas de mis miedos y de mis preocupaciones,
y de vencerlas con Tu Fuerza y Tu Poder; quiero vivirlo con la alegría de saber que me estás bendiciendo.
Gracias por todo el amor que me das, por mi sanación y Tu Paz en mi ser.

Gracias por Tu Presencia en mí.
Amên.