MOMENTO DE RECOGER LA COSECHA

Las cosas que van a suceder son extraordinarias, en unos lugares más que en otros, a unos más que a otros,
porque la Cosecha siempre es en función de la Siembra.
No sólo es hora de cosecha para la Humanidad, también lo es para el País, la Ciudad, el Pueblo, la Familia y el Ser humano.

Lo que sembramos solos, lo cosechamos solos, lo que ayudamos a sembrar a otros, lo cosechamos con otros.
No hay que temer las novedades que nos trae el tiempo, porque sólo serán nuevas para nosotros, son los sucesos propios del “PARTO UNIVERSAL”.

Debemos desapegarnos a las pérdidas materiales que vamos a sufrir, porque son para purificar nuestros espíritus,
unos perderán más y otros menos, unos antes y otros después.

Hay que aprovechar este tiempo de dificultades que atravesará el Planeta, y nosotros en él, para eliminar todos los tapones físicos,
emocionales y mentales, restableciendo la fluidez natural de la Energía que alienta la vida,
que es el AMOR y el saber que nos debemos unos a otros.

El cambio comienza por cada uno de nosotros, al entregarnos en fortalecer a los más necesitados,
para que ellos también puedan participar en el Plan de Dios, por propia voluntad.
No nos asustemos ante las Fuerzas de la Naturaleza.

No son Fuerzas ciegas, sino las Fuerzas de la Naturaleza al Servicio de Dios que ordena su PERFECCIÓN.
La respuesta de la naturaleza es la medida de nuestra insolidaridad.