MADRE MISERICORDIOSA
Virgencita de Guadalupe, Madre del verdadero Dios y nuestra
Tú, que desde el cielo manifiestas tu clemencia y bondad
escucha la oración que con confianza te dirigimos,
y preséntala ante tu Hijo Jesús, nuestro hermano y Salvador.

Madre de misericordia, da la paz, la justicia y la prosperidad a nuestros pueblos; ya que todo lo que tenemos y somos lo ponemos bajo tu cuidado, Señora y Madre nuestra.

Queremos vivir como tus hijos y recorrer contigo el camino
de una plena fidelidad a Jesucristo tu amado hijo.
Sostén nuestra mano con tu mano amorosa y con tu manto de estrellas
bendice nuestra salud, armonía y prosperidad.

Concede a nuestros hogares la gracia de amar y de respetar la vida, protege a nuestras familias, para que estén muy unidas,
bendice a la educación de nuestros hijos y las nuevas generaciones.

Esperanza nuestra, míranos con compasión,
enséñanos a ir continuamente a Jesús y, si caemos, ayúdanos
a levantarnos, a volver a Él, y trae serenidad a nuestra alma.

Gracias por concedernos amar a nuestros hermanos
siguiendo las huellas que tu Hijo nos dejó en la tierra y vivir
libres y con bienaventuranzas.

Madre Santísima, con la paz de Dios conformando una Nueva Tierra
mantén nuestros corazones vibrando en fe, amor para vivir en consciencia
Así podremos compartir a todos la alegría y paz,
que vienen de tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo,
que con Dios Padre y con el Espíritu Santo,
vive y reina por los siglos de los siglos.

Amén, así sea, hecho está

Tu hija que te ama, Leticia Neri