ÉL ME DESTROZABA EL ALMA
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ÉL ME DESTROZABA EL ALMA

NO GOLPEABA MI CUERPO, ÉL ME DESTROZABA EL ALMA

Se casaron, tras un corto noviazgo, los dos eran jóvenes y apuestos formaban una hermosa pareja, pronto ella quedó embarazada y dejó de trabajar en la compañía donde había laborado por algunos años, él por su parte con el apoyo de sus padres emprendió en un rentable negocio de bienes raíces, parecían un matrimonio feliz.

A todos sorprendió la noticia del rompimiento, sus padres, amigos, suegros y quienes los conocían dentro del círculo social no lograban entender.
¿Qué pasó?
ELLA DECIDIÓ MARCHARSE
No quiso dar razones, empezó una nueva vida, llevaba una maleta llena de frustraciones, una vida apagada, un hijo que en silencio la observaba, al que defendió con uñas y dientes para no perderlo, pero estaba dispuesta a levantarse, había dicho para sí misma, YA NO MÁS, esta no es la vida que yo esperaba, vivir en medio de un mundo fingido, de falsas sonrisas, de conveniencias arregladas y de sometimiento le había destrozado el alma.
Entendió que no había pruebas físicas para delatarlo, hubiera sido fácil seguir como si nada, viviendo por vivir, soportando a aquel hombre que en el altar había jurado amarla y respetarla, pero en la vida misma era la otra cara de la moneda, falso, mujeriego, hostigador, inconforme, era el dueño de la plata, era el que trabajaba, era el que “LA MANTENIA”, nada le faltaba, según él, ella debía ir a un psiquiatra porque ESTABA LOCA.

Ella más de una vez fue al profesional buscando ayuda, como terapia complementaria él debía asistir a una próxima sesión, se negó una y otra vez asentuando que la LOCA ERA ELLA.

El pensó que nunca daría ese paso decisivo, dentro de sus insultos y maltrato emocional y psicológico le decía que ella no sirve para nada, que si busca trabajo con suerte encontraría como empleada doméstica, el manejaba las finanzas, todo había puesto a su nombre, ella no era dueña de nada.

Sin embargo asombró a todos, cuando cogió su maleta, unas cuantas mudadas y a su hijo de la mano lo llevó, QUÉDATE CON TODO, NO QUIERO NADA DE TI, SOLO QUIERO SER LIBRE, SOLO QUIERO SER YO MISMA, SOLO QUIERO VIVIR, VIVIR LEJOS DE TI, VIVIR PARA MI.

Porque sé quien soy yo y puedo levantarme, te deseo suerte, te deseo lo mejor, eres el padre de mi hijo, pero también eres el hombre que permití que fuera mi maltratador, mi verdugo, aquel que se burlaba de mi inexperiencia, aquel que criticaba mis libras de más , aquel que me ridiculizaba en público, aquel que nada le conformaba, aquel que me usaba en la intimidad, me clasificaste, era menos que una silla, pospusiste siempre mis deseos, todo lo manejabas, todo se hacía según tu lo disponías, todo giraba en torno a tu autoritarismo, no te importaban mis lágrimas, tampoco las veces que te supliqué atención amor y detalles, solo quería sentirme amada, solo quería saber que seguía siendo una persona, pero tu me pusiste en escala menos de cero, la nada y yo era lo mismo, por eso me fui.

Ahora miro como recuerdo de tristeza a la mujer que quedó atrás, saben, no queda nada de ella, juntó sus pedazos, remendó sus heridas que habían lacerado el alma, volvió a latir su corazón, ella había renacido, sin lujos, viviendo en forma sencilla, pero una vida tranquila, había recuperado su dignidad.

ELLA ES VALIENTE, ELLA PUDO, ELLA SALVO SU VIDA Y SU ALMA DEL INFIERNO QUE LA ESTABA CONSUMIENDO, ELLA VIVE, ELLA PUEDES SER TU.
TU TAMBIÉN PUEDES.
Una motivación escrita para ti mujer.
María Palmira