El Ermitaño
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El Ermitaño

EL ERMITAÑO

Un viejo ermitaño, se refugiaba en la montaña para dedicarse a meditar y orar. A menudo se le veía como muy ocupado.

Un día alguien le preguntó: ¿Cómo puede tener tanto trabajo si vive en soledad?

 El contestó: “Tengo varias cosas qué hacer:

Entrenar a dos halcones,
Entrenar a dos águilas,
Tranquilizar a dos conejos
Disciplinar una serpiente,
Motivar a un asno y
Domar a un león.

No veo ningún animal por aquí, ¿dónde están?

El ermitaño le respondió:

Estos animales los llevamos todos dentro.

Los dos halcones, se lanzan sobre todo lo que se les presenta, bueno o malo, tengo que entrenarlos para que se lancen sobre cosas buenas:
Son mis ojos.

Las dos águilas con sus garras hieren y destrozan, tengo que entrenarlas para que se pongan al servicio y ayuden sin hacer daño:
Son mis manos.

Los conejos quieren ir a donde ellos quieran, quieren esquivar las situaciones difíciles, tengo que enseñarles a estar tranquilos aunque haya sufrimiento, problema o cualquier cosa que no me gusta:
Son mis pies.

Lo más difícil es vigilar la serpiente, está encerrada en una fuerte jaula, pero ella siempre está lista para atacar, morder y colocar su veneno en cualquiera que esté cerca, por ello tengo que disciplinarla:
Es mi lengua.

El burro es obstinado, no quiere cumplir con su deber, siempre está cansado y se niega a llevar su trabajo cada día:
Es mi cuerpo.

Por último necesito domar al león, quiere ser el rey, es altivo y siempre quiere ser el primero, es vanidoso, es orgulloso, se cree el mejor:
Es mi EGO.

Como ve tengo mucho trabajo por hacer.

Reflexión del Centro de la Sabiduría Antigua:

Aprovechemos estos días para tomar el control y las riendas de nuestras vidas, para revisarnos internamente y asumir nuestras responsabilidades, para que cuando todo esto pase podamos ser nuestra mejor versión, vibrando en paz, en armonía y en amor fraternal, universal e incondicional y así podamos cocrear el mundo que todos merecemos, queremos y esperamos.