DIME QUÉ TE DUELE
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DIME QUÉ TE DUELE

Dime qué te duele y te diré qué necesitas amar en ti.

TE DUELE LA GARGANTA.
Tu garganta se cierra por el dolor y la tristeza.
Debes cantar con alegría, entonando notas que alegren tu corazón y devuelvan vitalidad y energía a tus días.

TE DUELE EL PECHO.
El pecho a veces duele por desamor, por decepciones. entonces abrázate más fuerte y decídete aceptarte y amarte cada vez más, recordando que eres lo más importante y que estaré hasta el último instante de esta vida contigo mismo.

TE DUELEN LOS OÍDOS.
Los oídos duelen entonces escucha de tu propia voz
los pequeños o grandes logros que tengas lo mucho que te amas y que si resultas incomprendida o criticada por otras personas escucha la voz de tu alma y vuelve a tu propia esencia.

TE DUELE EL ESTOMAGO.
Cuando esto sucede, me nutro de las cosas más saludables, busco darme simplemente lo mejor.

TE DUELEN LAS MANOS.
Decide y suelta todo aquello que te da trabajo sostener, tus manos deben estar limpias y sin ataduras, recordando que nada te llevarás por eso no buscas tener nada a la fuerza, suelta y fluye.

TE DUELEN LAS PIERNAS.
Pareces cansadas por el paso de los años, por ello baila con alegría jovial y sentimiento de gratitud, sin saber si llevas o no el ritmo el baile te transforma.

TE DUELEN LAS RODILLAS.
Inclínate de todo corazón desde la humildad, la gratitud, la fe y esperanza poniendo todo de ti en pensamientos a Dios quien de manera milagroso se levanta cada vez que te observa caída, triste y derrumbada por ello le alabas y agradeces.

TE DUELE LA ESPALDA.
Tu espalda se cansa por ello reposa, descansa, deja de estresarte, libérate de juicios o críticas de terceras personas y a pesar de los errores camina erguida y con la frente en alto.

TE DUELEN LOS PIES
haz un alto en tu vida y descansa, aquiétate y llénate de silencio en donde encontraras cada una de las respuestas mientras que tus pies se refrescan y toman energía para proseguir una vez más el camino.

Tu cuerpo es un templo de vida
Escúchalo ámate, respétate.

Créditos a quien corresponda