Cada cierto tiempo
Cada cierto tiempo, la vida te pone de rodillas y te muestra que hay cosas que están fuera de tu control.
Y es, entonces, cuando aprendes a confiar y a creer en que existe un orden superior, una razón para todo, aunque ahora no puedas verla.
Nada, pero absolutamente nada de lo que sucede en tu vida podría haber sido de otra manera.
No existe el «si hubiera hecho tal cosa…hubiera sucedido otra…». No. Lo que pasó, fue lo único que pudo haber pasado, y tuvo que haber sido así para que aprendas esa lección y sigas adelante.
Todas y cada una de las situaciones que ocurren en tu vida son perfectas, aunque tu mente y tu ego se resistan y no quieran aceptarlo.
El Universo te conoce mejor de lo que jamás podrías conocerte a ti misma. Sabe lo que quieres y lo que realmente necesitas. Conoce el pasado y el futuro. Conoce la verdad de tu alma y sabe lo que estás anhelando expresar. Conoce tu esencia porque es Él quien la ha creado.
Él sabe qué es lo que te paraliza, lo que te limita, lo que te lleva a subestimarte y lo que te hace daño. Conoce todo lo que ocultas en tu interior, alejado de la luz.
El Universo te aparta de todo lo que ya no es útil en tu camino hacia el verdadero amor que quieres para tu vida, y te pide que no mires más atrás. Confía en su plan.
Si algo se marcha de tu vida, es porque ya no te corresponde.
Tú ya has establecido acuerdos y vínculos energéticos que adoptan nuevas formas: personas, lugares y circunstancias. Estos cordones de luz ya están en su sitio. No hay razón para que tengas miedo, porque las pérdidas aparentes se transforman en nuevos inicios de luz.
A veces un final es un renacimiento, es un cambio hacia algo mejor.
Cuando algo termina, termina. Simplemente es así.
Si algo terminó en tu vida, es para tu evolución, por lo tanto es mejor dejarlo, no reactivarlo. Sigue adelante y avanza con plena confianza en tu corazón.
Porque el Universo nunca quita de tu camino aquello que está alineado con tu verdadera esencia.