TE LLORÉ, TE LLORO Y TE LLORARÉ
TE LLORÉ, TE LLORO Y TE LLORARÉ.
Una puerta se cerró entre mi realidad, sabía que te habías ido pero quería retenerte entre mis lágrimas.
Al cerrar la puerta de mi habitación, me encerré para ti, para llorarte y con esas lágrimas acariciar mi corazón destrozado, mis lágrimas eran mi tubo de escape a la realidad de la que me quería despertar.
Te lloré incansablemente, no importando donde estuviese.
Hoy te lloro y nadie puede condenarme por eso.
Nadie puede sentir lo que yo siento, aunque sus intenciones sean buenas al querer animarme, mis lágrimas te pertenecen, mi tiempo de llorarte es tuyo, por eso te sigo llorando, porque la reserva de lágrimas que tengo para ti, no hay cielo que las cubra.
Y te seguiré llorando, porque tengo derecho a eso, porque tú te mereces que lo siga haciendo, porque es uno de los mejores tributos que te rindo.
En ese mar de lágrimas encuentro la paz que el ruido del mundo me niega.
En esa intimidad de amor, te vuelvo a encontrar aunque te siga llorando.