Tuve que ser valiente
home // page // Tuve que ser valiente

Tuve que ser valiente

Tuve que ser valiente y admitir que no estaba a gusto con mi propia vida, para empezar con mucho miedo un camino nuevo y desconocido para sanar, porque eso hacemos los valientes, sanar…
Sanar para no repetir los mismos errores.
Sanar para no meterme en la vida de los demás.
Sanar para qué no nos ensucien otro corazones.
Sanar para no herir.

Sanar para qué no nos den amores a medias.
Sanar para no ser conformista.
Sanar para darme cuenta que las flores crecen en los jardines y no en el desierto.
Sanar para no autodestruirme.
Sanar para limpiar mis adentros.
Y aunque mi garganta cargaba miles de nudos
y aunque creía casi imposible dejar viejas costumbres, quise sanar, porque eso hacemos los valientes.

Perdonar.
Soltar.
Amar.
Agradecer y por sobre todo, sanar.
Sanar siempre…por uno mismo, por amor.

Me falta mucho, el
universo sabe que
todavía me falta, pero
día a día voy quitando
de mi piel aquello que
me hizo sufrir.
Lo estoy haciendo, Lo hago, de a poco y a mi manera.
Sanar por la persona más importante de mi vida…
¡Sanar por mí!