DECRETO DE LIBERACIÓN.

Perdono y libero a mi padre y a mi madre de ese sentimiento de que pudieron haber fallado conmigo.

Perdono y libero a mis hijos de la necesidad y la presión que tienen que «traer orgullo» a la familia y los acepto como son, los dejo escribir su vida desde su corazón.

Perdono y libero a mi pareja de esa necesidad y sentimiento de tener que completarme. Es libre, su libertad hizo que llegará a mi y su libertad no depende de mi, la aprecio. Entiendo que todas las personas son pasajeras y le doy las gracias por estar aquí.

Agradezco a mis abuelos y antepasados que se unieron con las personas que tenían que unirse y recorrer el camino que recorrieron para que la «causalidad» me tenga aquí el día hoy.

Me libero y suelto mis fallas del pasado, no las llevo como carga, en su momento me ayudaron, pero ya no las necesito.

Me perdono por todos los reclamos que me hice a mi mismo ante mis deseos no cumplidos y me acepto como un ser que también comete errores, fallas, equivocaciones y que en estas circunstancias se me permite aprender.

Perdono a todas las personas que me pudieron generar daño y ofensas. Entiendo que no sabían, no conocían, y sólo actuaban según la consciencia que tenían en ese momento. Los reconozco inocentes, y los perdono.

Me acepto y me recibo con amor, estoy en el camino de autoconocerme, de saber quién soy, lo que siento, lo que hago y por qué.

Me respeto, me apruebo y me libero. Me siento en armonía con esa chispa divina que almacenamos en nuestro interior. Me reconozca con ella, soy ella. Me reconozco como la luz que soy y me libero mi pasado.

Desconozco el autor