SIGUE ADELANTE
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SIGUE ADELANTE

Sigue adelante
Hay quienes viven encadenados a una herida que desde el momento de sus vidas en el  que se produjo, jamás ha dejado de supurarles.
Personas todavía amargadas porque hace diez o veinte años (a veces, hasta incluso más) alguien les hizo
algo que les dolió en lo más profundo y de lo que aún no se han logrado recuperar.

Pasado el tiempo prudencial establecido para superar cualquier duelo, ellos aún llevan muy dentro el dolor
y siguen dándole vueltas a diario a su pesadumbre, torturándose con sus errores y rencores y clamando acaso justicia.

¿Esto es vida?
Por supuesto que no lo es.

No se puede vivir mirando permanentemente atrás y sintiéndose víctima de por vida de un agravio.
Y no se puede, porque hacerlo es tirar por la borda (o directamente a la basura) la vida que nos queda por delante.

Ya es suficiente haber sufrido la herida, y quizá de alguien de quien jamás lo hubiéramos esperado,
como para encima llevar ese dolor en la sangre corriendo en nuestras venas un día sí y otro también.
Cierra mental o metafóricamente ese capítulo de tu vida.

Se acabó.
Deja de pensar en ello.
No dejes que te haga más daño.

Pasó, dolió, y se fue…
Y date ahora permiso para resarcirte y comenzar a vivir, porque no es tarde todavía, la mejor parte de tu vida, de tu preciosa y única vida…